sábado, octubre 07, 2006
Leaving somethings unsaid...
Tantas cosas que quiero decir y no digo... por ejemplo, cuántas veces veces no he querido decir en un bus: chamo, puedes no ponerme el culo en la cara??? O... puedes poner tu hediondo sobaco mirando hacia otra parte, por favor?? Lo cierto es que a mí en los buses o en cualquier unidad móvil me entra una desconexión nada normal en la que me meto en una nube de una atmósfera que no es precisamente la del planeta Tierra, pero en muchas ocasiones hay un mardito que me hala pa caer de nuevo al suelo. Una vez un viejito chocho se me sentó al lado y me empezó a hablar pero no pude escuchar nada de lo que dijo por el mareo que me ocasionó el olor a popurrí de ron con tequila con cerveza con cigarro, creo que me echó la historia de su vida pero de verdad a mí no me interesaba, ni me interesó tampoco la historia de la novia del chamo que era secretaria o asistente o señora que limpia o qué sé yo, y que trabajaba en Super Mart y bla bla bla, no le veo sentido a hablar con desconocidos, aunque tengo un historia poco agradable de episodios así (pero en ambientes distintos y bajo fuerte influencia del alcohol) que no han terminado nada bien, aunque en esos casos la conversacion no ha sido precisamente la protagonista. Puedo concluir entonces para no ser doble cara que tiene sentido hablar con desconocidos si hay una segunda intención, y después de todo ahi es que se generan las mejores historias, y las peores también, que todos tenemos que tener una algunas.
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