Mistery train

Afirmo que mi filosofía es no tener filosofía, porque para mí es imposible ponerme una estampilla en la frente y al otro día no querer quitármela y hasta el rastro de su pega.
Afirmo que no poseo personalidad porque si personalidad significa la suma de un conjunto de características que son sólo palabras inventadas por el hombre en su afán por describir lo abstracto, supongo que carezco de todas esas exactitudes medidas con vocablos.
Afirmo entonces que soy una persona sin personalidad, si persona sin personalidad significa que se genere un problema en la mente de uno cuando hacen la pregunta: cómo eres? o que le tiemblen las piernas cuando con autoridad ordenan: Descríbete. Y yo después de un este... pues... bueno... me encargo de seleccionar al azar palabras del diccionario mágico de términos vacíos.
Afirmo que no existe en lo absoluto la lógica aunque intente decir lo contrario los bastantes libros escritos sobre esa ciencia patética, que intenta ordenar lo que estando desordenado tiene un orden natural, y que quizás serviría para algo si la perfección existiera, pero como no existe, y de más está decirlo... NO SIRVE
Finalmente, Firmo mi carta de renuncia al sistema mundial de organización de los sistemas y subsistemas, y renuncio a amoldarme, a adaptarme, a ENCAJAR. Próximamente, luego de determinar mi metodología o de desmetodologizarme, pasaré a incorporarme a las filas de los desmoldados, los desadaptados, los que no encajan, y allí mismo... seré diferente.